Si existe un
Dios, ¿por qué permite que algunas personas nazcan con defectos físicos?
Esta es una
pregunta legítima que millones de personas se han hecho a lo largo de la
historia, y que la mayoría tan sólo lo acepta sin saber por qué.
La Biblia
que es la Palabra de Dios, nos enseña porque Él permite que eso suceda.
En el
evangelio de Juan, capítulo 9, hay un evento en que Jesús observa a un hombre
ciego de nacimiento, y los discípulos de Jesús le preguntan a Él si tal
condición de ceguera había sido como consecuencia del pecado de él mismo o de
sus padres. Jesús les dice: “Ni él pecó, ni sus padres...” Juan 9:3a.
En el antiguo Israel, se creía que el defecto
físico de nacimiento era el resultado de un pensamiento pecaminoso del niño
antes de nacer, y también porque sus padres habían pecado, y esto último por
una mala interpretación que ellos hacían a la ley de Moisés (Éxodo 20:5).
Ninguna de las dos ideas eran ciertas.
Entonces,
¿esto significa que Dios no tiene el control de todas las cosas?, o ¿se
complace en crear seres humanos con defectos físicos? No, Dios tiene el control
de todo y no se complace en crear a seres humanos con defectos.
Observa lo que Jesús les respondió a sus discípulos: “—Ni
él pecó, ni sus padres —respondió Jesús—, sino que esto sucedió para que la
obra de Dios se hiciera evidente en su vida.” Juan 9:3. Esa es la respuesta
que la Biblia nos da del por qué permite que eso suceda. En otras palabras: DIOS
LO PERMITE, PORQUE ÉL QUIERE OBRAR EN LA VIDA DE ESA PERSONA.
¿Eso significa que Dios obrará de todas maneras en todas las personas
con defectos físicos? No, de ninguna manera. Hay una condición para que eso suceda;
y para saberlo ahora analicemos que pasó con ese ciego.
La Biblia dice que Jesús: “…escupió en el suelo, hizo barro con la
saliva y se lo untó en los ojos al ciego, diciéndole: —Ve y lávate en el
estanque de Siloé (que significa: Enviado). El ciego
fue y se lavó, y al volver ya veía. Juan 9:6-7. Observa que el ciego fue “obediente” e hizo
todo sin saber por qué lo hacía. La Biblia no dice que Jesús le prometió al
ciego que iba a ver. Tan solo él obedeció. Jesús pudo darle la vista sin
necesidad de darle el trabajo de caminar a tientas hasta ese estanque. Ese hombre
solo obedeció; y al final pudo ver. No le argumentó a Jesús diciéndole: ¿Para qué
el barro? ¿Por qué me envías a ese estanque en mi condición? o cosas similares.
El ciego simplemente obedeció. Si no hubiese obedecido, entonces Dios no
hubiera obrado en su vida.
Otro ejemplo en la Biblia sucedió con Moisés:
Cuando Dios
se le apareció a Moisés en la zarza ardiente, le dio la orden de que vaya al
faraón para pedirle que libere al pueblo hebreo. Moisés le dijo a Dios que no
podía hacerlo porque era tartamudo. Se entiende que para Dios eso no podía ser
novedad. Fíjate lo que Dios le contesta: “— ¿Y quién le puso la boca
al hombre? —le respondió el Señor—. ¿Acaso
no soy yo, el Señor, quien lo hace sordo o mudo, quien le da la vista o se la quita?
Anda, ponte en marcha, que yo te ayudaré a hablar y te diré lo que debas decir.” Éxodo 4:11-12.
Dios quería obrar en la vida de Moisés a pesar de su defecto físico;
pero, la condición fue la OBEDIENCIA. Si Moisés no se hubiera puesto en marcha,
Dios no hubiese obrado en la vida de Moisés. La obediencia a Dios es confiar
plenamente en Él, a pesar que pueda ir en contra de nuestra voluntad, o parezca
no tener sentido.
Si eres una persona que has nacido con un defecto físico, quiero decirte
que Dios te ama como a todos, pero a ti te separó para que Él pueda obrar en tu
vida. Esa es una maravillosa noticia.
¿Eso significa que Dios te va a dar la vista, el oído, las piernas, los
brazos, o algo que nunca tuviste si eres obediente? La buena noticia es NO siempre.
Él dice que quiere OBRAR EN TU VIDA, no que te va a dar lo que no tuviste
cuando naciste.
Para darte una ilustración, te voy contar dos historias muy distintas de
cómo la obediencia es vital para que Dios pueda obrar en la vida de las
personas con defectos físicos.
Sé de un hombre que vive en Bogotá, que nació con piernas, pero que
nunca pudo caminar. Este hombre se postró, se encerró y maldijo a Dios por
haberlo hecho así. Su vida está llena de amargura. Reniega de todo. Sé que en
varias ocasiones se le ha presentado el evangelio, y del amor que Dios tiene
para él, y las cosas grandes que podría hacer en su vida. Lo dramático de esto,
es que él lo rechazó.
En cambio, otro hombre, de nombre Nick Vujicic, que nació sin brazos y
sin piernas, hoy en día es un hombre feliz, a pesar de su defecto físico. Él no
sabe lo que es abrazar a la gente que ama, ni caminar agarrado de la mano de su
esposa; pero, a pesar de eso es feliz, porque Dios ha obrado y sigue obrando en
su vida, porque él fue obediente al aceptar a Jesús como su Salvador cuando se
le presentó el evangelio. Actualmente él es predicador y conferencista de la
Palabra de Dios, y lo sirve; y esto por la mejor decisión que tomó en su vida:
Abrirle su corazón a Dios.
Volviendo a la respuesta que Jesús les da a sus discípulos del por qué
ese hombre había nacido ciego: “…esto sucedió para que la obra de Dios se
hiciera evidente en su vida.” Juan 9:3. ¡Que mayor evidencia pueda
haber si no es el servir a Dios a pesar de haber nacido con un defecto físico!
En conclusión: El que alguien nazca con un defecto físico, no es porque
Dios se complace o no se dio cuenta que esa persona nacería así. Dios lo
permite porque desea obrar en la vida de esa persona; pero, como Dios es amor y
no obliga, dependerá de la persona si le abre su corazón y le obedece.
“Ahora
bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman,
los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.” Romanos
8:28